¿Qué podemos hallar después de la muerte?

El gran misterio de la vida se basa en qué nos espera después de la muerte. Muchos sienten miedo ante la incertidumbre de lo que sucede en el más allá, otros experimentan esperanza. En cualquier caso, la verdad de lo que sucede al abandonar el cuerpo puede ser muy diferente para cada alma. Cada caso es único, ya que todos hemos llevado vidas distintas.

La información sobre lo que ocurre más allá de la muerte aún es escasa y, en ocasiones, está filtrada por culturas y religiones. Sin embargo, existen trabajos recopilatorios importantes basados en experiencias personales, testimonios e información no documentada, donde se hallan coincidencias difíciles de ignorar. Estos relatos son la clave para el estudio de los estadios del ser después de la muerte.

¿Qué pasa justo antes de morir?

Es común escuchar que justo antes de morir podemos ver nuestras vidas pasar ante nosotros como una película. Sin duda, un hecho impactante para cualquiera que lo presencie. Esto ocurre para que podamos hacer una reflexión acerca del modo en el que llevamos nuestra vida, nuestras acciones buenas y malas, los errores cometidos, pero también los triunfos. Todo, absolutamente todo, será usado en el más allá con el fin de establecer nuestro nivel de evolución espiritual.

No se debe interpretar esa experiencia como una manera de torturarnos por el tiempo perdido o los actos de mala voluntad que cometimos. En este sentido, se debe ver la vida como una escuela en la que nuestra alma aprende muchas cosas trascendentales y avanza un poco más hacia la luz. De no ser por lo vivido, no podríamos ascender espiritualmente. Ningún castigo después de la muerte puede provenir de Dios, en todo caso sería de nuestra alma atormentada por el sufrimiento.

¿Qué es lo que ocurre en el instante de la muerte?

Por lo general, en una muerte muy brusca al alma le cuesta creer que ha abandonado el cuerpo. Muchos siguen actuando como si siguieran vivos, pero el momento de tener consciencia de la muerte llega inevitablemente. Suele ser un proceso por etapas, todo va a depender de cómo haya sido la forma de muerte. Si ha habido preparación para recibir ese momento en paz, no debería haber tanta inconsciencia al fallecer. Muchos enfermos tienen tiempo de prepararse para morir, viven su última etapa en paz, perdonando, amando e intentando ser felices, esto debería ayudarlos a trascender.

¿Queda alguna conexión con el cuerpo más allá de la muerte?

Al morir, obviamente, el alma abandona el cuerpo y se convierte en espíritu. Lo ideal es que el ser que trascendió hacia la muerte pueda dejar el cuerpo sin mayor problema. Pero, en muchos casos esto no sucede así. El apego hacia el cuerpo puede ser un gran obstáculo para que nuestro espíritu ascienda hacia dimensiones más elevadas.

Es por esa razón que en vida no se recomienda una excesiva atención a la apariencia física, puesto que al momento de morir nuestro cuerpo no puede acompañarnos. El afán por quedar conectado al cuerpo, puede hacer que muchos espíritus se queden atados a la tercera dimensión, ocasionando grandes inconvenientes para sí mismos y para el mundo físico.

El apego al cuerpo puede crear mucho más sufrimiento, ya que este sufrirá cambios desagradables que el alma sentirá con mucho dolor, al igual que el abandono del mismo por parte de los seres queridos. Lo mejor es crear desapego en vida para que la conexión con el cuerpo más allá de la muerte se libere de forma natural.

¿A quienes veremos después de morir?

Este tema es algo complejo, pues nuestro encuentro con otros espíritus más allá de la muerte dependerá de las relaciones y creencias que hayamos cultivado con sinceridad en vida. Las personas que tienen una intensa conexión con algún ser querido fallecido, puede hacer que este lo busque al morir. También si, por ejemplo, en vida pidió constante protección de la virgen, algún santo o el mismo San Miguel Arcángel, haciendo constante oración y devoción hacia ellos, lo más probable es que estos seres de luz vayan en su encuentro después de la muerte.

Para aquellas almas que no cultivaron una vida espiritual, puede que luego de su muerte queden a la deriva y corran el peligro de ser presa de entidades oscuras que se aprovechan para esclavizarlas. Su liberación, eventualmente, ocurrirá pero es muy posible que requiera ayuda de sus seres queridos vivos. Estos deben orar por su alma, encomendarla para su protección y auxilio. 

Por otra parte, si la persona fue muy dada al bien y a conectarse con lo espiritual, puede que vengan en su auxilio seres iluminados o ángeles que les ayuden en su transición al cielo. Pero, antes, sus penas y errores serán corregidos en una dimensión intermedia, como lo es el purgatorio. Allí estarán acompañados por esos seres que los sabrán guiar correctamente.

¿Se aferran los difuntos a sus seres queridos?

Hay casos en que ciertos espíritus por alguna razón no pueden trascender, quedándose estancados en el mundo de los vivos. En ocasiones, es el propio difunto que no puede dejar ir a sus familiares y desea seguir junto a ellos. El problema de esto radica en que para quedarse en la tercera dimensión necesitarán robar mucha energía de las personas que habitan los lugares donde los espíritus se asientan. Por lo general, esto ocurre en las casas donde solían vivir.

En otras oportunidades, son los familiares quienes se aferran a los difuntos dificultándoles el tránsito hacia el más allá. No se debe venerar a una persona ya fallecida, ni llorarla en exceso. Los vivos debemos procurar abrir un proceso de liberación amorosa que le permita al espíritu irse sin conflictos. La clave aquí está en la sutileza y el amor con el que se realice la liberación. Deberá pasarse una etapa de luto que debe dilatarse demasiado en el tiempo, para luego con mucha oración y sentimientos de afecto, dejar ir a esa alma amada.

Expulsar al espíritu de un ser querido de una casa, de manera brusca, puede ser interpretado por este como un desprecio a su memoria, lo cual puede traer consecuencias lamentables. Podría valerse de formas violentas y terroríficas para quedarse en ese espacio. Esta es la típica escena de casas embrujadas que aparecen en las películas de terror, donde los muertos marcan territorio y luchan por quedarse en su “hogar”.

Finalmente, es importante aclarar que estos datos no se consideran una verdad única, nada está escrito sobre piedra acerca de la muerte. Continúa siendo un enigma en muchos sentidos. Lo que sí nos queda claro es que para cada persona la muerte se experimenta de forma muy subjetiva y está muy ligada a la manera en que se vivió, a las creencias, a los actos y sentimientos de cada uno.