¿Cómo saber si tienes un “alma vieja”?

Muchos de nosotros hemos escuchado alguna vez la expresión “alma vieja”, refiriéndose a una persona generalmente joven, que parece tener un nivel de madurez muy superior a otras de su generación, actitudes muy distintas y características de personas mayores que ella.

Un alma vieja es alguien que puede ser más inteligente, especialmente sensible o intuitivo y que parece no encajar en su época. La edad no tiene nada que ver, ya que, si tu alma ha sido encarnada muchas veces, se llena de experiencias. La mayoría de las almas viejas sienten una cierta desconexión de la tierra, y son inherentemente conscientes de que son diferentes.

¿Cómo son las almas viejas?

A continuación, te presentamos algunas características de las consideradas “almas viejas”, así podrás identificar a aquel amigo que te parece bastante maduro, o tal vez verte reflejado en estas particularidades de tu personalidad ¿Tienes un alma vieja?

Tienen gran madurez

Los que tienen almas antiguas desde pequeños prefieren estar con los adultos, escuchar sus historias les parece interesante y prefieren libros complejos a los simples cuentos infantiles.

Tienen actitudes más serias, de personas de más edad, llegando a analizar situaciones y a sacar conclusiones que ni siquiera sus padres pueden llegar a pensar, ya que tienen un grado de razonamiento superior al promedio. De adultos siguen disfrutando de la compañía y de las actividades propias de la gente mayor que ellos.

Prefieren el individualismo

Preferir estar solo no significa que las almas viejas no puedan tener un gran círculo de amistades, solo se sienten un poco diferentes a los demás. No son necesariamente solitarios, pero disfrutan la soledad ya que les permite reflexionar sobre su vida y todo lo que sucede en ella, buscando continuamente una comprensión más elevada.

Son increíblemente introspectivos acerca de la vida, piensan mucho acerca de todo, y siempre están en la búsqueda de un significado más profundo de sus relaciones, interacciones simples con los extraños y del mundo que los rodea.

Disfrutan de las cosas sencillas

Las almas viejas no les dan mucho valor a las posesiones materiales, encuentran mucho más significado en las relaciones personales y en experiencias, que en cualquier objeto que puedan tener.  Para estas personas el dinero es algo necesario, pero tener mucho no es uno de los objetivos de su vida.

Las actividades simples son sus favoritas, como tomar café y leer las noticias, desayunar con los amigos, cocinar una buena comida, o leer un buen libro. Disfrutan de los momentos de tranquilidad que pueden parecer anticuados para los demás, como un paseo dominical, montar bicicleta o escribir una carta de papel a un amigo que vive lejos.

Son sensibles y espirituales

Los que tienen un alma antigua son sensibles y espirituales por naturaleza, poseen un alto nivel de empatía y aceptación hacia los demás, así como una gran capacidad para perdonar. Sus amigos siempre le buscan para pedirle consejos, contarle secretos que jamás le dirían a nadie más o simplemente para ser escuchados, porque saben que pueden contar con esta persona, se sienten cómodos con ella y están seguros de que los escuchará sin juzgar.

También son personas a las que se acercan los extraños para buscar conversación, porque hay algo en ellas que hace que quieran contarles sus historias de vida o sus problemas a sólo minutos de conocerse.

Asimismo, estas almas ven el mundo en una escala más amplia que la mayoría de la gente. Cuando se enfrentan a problemas los perciben como una experiencia de aprendizaje y consideran sus luchas tan sólo como una parte de su camino, por lo que no se preocupan demasiado.

Tienen un instinto muy desarrollado

Estas personas tienden a confiar en sus instintos sobre la vida porque casi nunca se equivocan. Son expertos en leer a la gente y a sus intenciones y tienen una “sensación” sobre las cosas. Este instinto les ayuda a tomar decisiones acertadas, a elegir las mejores opciones y a saber cuándo pueden confiar o no en una persona.

Por naturaleza, también tienen instintos desarrollados hacia ciertas habilidades como la música, las artes, la escritura o cualquier otro ámbito.

Dificultades de ser un alma vieja

Estas características no parecen tener nada negativo a simple vista, pero ser un alma vieja no es tan fácil como parece, al ser tan diferentes, se enfrentan a ciertos problemas como los siguientes:

• Las almas viejas pueden tener problemas para adaptarse a la gente de la misma edad, ya que no encuentran quienes que piensen como ellas o estén en su nivel de madurez, por lo que nunca se sienten comprendidas del todo.
• Para las personas a su alrededor, las almas viejas pueden llegar a ser aburridas, ya que no les divierte hacer lo que otras personas de su misma edad disfrutan.
• Tener expectativas o ideas distintas sobre cómo vivir puede dificultar que las personas alrededor de un alma vieja no la comprendan, por lo que hay una sensación de desconexión con el mundo.
• Su punto de vista filosófico y su perspectiva espiritual hace que las almas antiguas tengan una actitud relajada ante los problemas y una capacidad para perdonar y ver lo bueno en las personas, lo que no muchos comprenden.
• Uno de los problemas más importantes de tener un alma vieja es la dificultad para sentir que tienen un lugar al que pertenecen, por lo que siempre están en esta búsqueda de personas o lugares que les hagan sentir cómodos.

Como ves, ser un alma vieja va mucho más allá de tener más madurez que la mayoría de la gente y comportarse como la gente mayor, es realmente algo mucho más profundo y espiritual de lo que podemos pensar, y está ligado a las experiencias de nuestras almas.

¿Te identificas con algunas de estas características?

Valen