
Karma, casualidad o realidad
El karma es definido por religiones como hinduismo, budismo, jainismo, ayyavazhi y espiritismo, como una energía invisible e inmensurable que se produce a partir de las acciones o actos que realizan las personas.
Aunque estas religiones poseen diferencias entre sí, todas coinciden en la interpretación que le dan al karma. El karma es una ley cósmica de retribución, también conocida como la ley de causa y efecto. Esto se refiere a la “acción” o “acto” como el agente que da inicio al ciclo de causa y efecto.
El karma indica que cada una de las reencarnaciones de una persona, queda condicionada por las acciones ejecutadas en vidas pasadas.
El Karma en nuestras vidas
Según el karma, la vida de los humanos es el resultado de las acciones malas o buenas que se hayan ejecutado en el pasado. En el hinduismo esta reacción es creada por el dios Lama, por su parte en el budismo y el jainismo (donde no existe un dios que controle las acciones), la reacción es generada como una ley natural.
Para la cultura india, cada persona tiene la libertad de decidir entre hacer el bien o el mal, pero tiene que asumir las consecuencias de su decisión.
En el hinduismo y en el budismo, el karma implica no solo las acciones físicas, también incluye las palabras y los pensamientos. En otras palabras, nuestras acciones, nuestras palabras y nuestro pensamiento, generan consecuencias que afectan nuestra vida.
Por otro lado, se cree que una sola vida no es suficiente para cobrar por todo el bien que se haya hecho, ni para pagar por todo el mal que se haya cometido. Según la creencia oriental, el karma determina bajo qué condiciones la persona reencarnará.
Uno de los ejemplos que los orientales utilizan para explicar cómo funciona el karma, es el caso de los niños prodigio. Para ellos los niños prodigio son almas que han podido aprovechar lo aprendido en vidas pasadas.
La Ley del Karma
Lo que en oriente se definió cerca del siglo V a.C. como “La Ley del Karma”, en occidente fue definido por investigaciones científicas en el siglo XX como "física cuántica", "la teoría del caos", el "efecto mariposa" y "la teoría de la sincronicidad". En otras palabras, lo que los orientales conocen desde antes de Cristo como “La Ley del Karma” o "La Ley de causa y efecto", en occidente varios científicos se encargaron de comprobarlo por medio de sus investigaciones, durante el siglo XX.
“La Ley del Karma” básicamente indica que todo lo que una persona piensa, dice o hace, tiene consecuencias. Por lo que cada vez que cometemos errores, obtenemos consecuencias no agradables que nos permiten darnos cuenta que hemos actuado de forma errónea, lo que a su vez nos permite aprender y desarrollarnos. Así mismo, cuando realizamos aciertos, obtenemos reacciones de bienestar que nos validan que estamos actuando con comprensión, juicio y sabiduría.
Los hechos que conforman nuestra vida no están determinados por la “casualidad”, están regidos por la "causalidad". Todos y cada uno de nosotros recibimos lo que damos, no somos victimas de la suerte o del azar. Esta es la esencia del concepto conocido como karma.
Ejemplos de cómo actúa el Karma
Caso 1
En Brasil el ciclo de causa y efecto comenzó cuando Mauricio Ferro decidió que era hora de asaltar una farmacia, entonces tomó su auto y se encaminó a su misión, llegó, bajó del auto para asaltar la farmacia y como ladrón experto, dejó el vehículo encendido para escapar rápido. Entró a la farmacia, sacó el dinero y lo puso en su bolsita de ladrón. Cuando salió para escapar, notó horrorizado que se habían robado su vehículo.
La cosa no acabó ahí para Mauricio, mientras estaba pensando en cómo escapar sin un auto, otro ladrón llegó y se llevó su bolsita con el dinero robado. Obviamente fue a denunciar esto a la policía, para su desgracia, el dueño de la farmacia que asaltó estaba ahí mismo denunciando el asalto y se llevaron al pobre Mauricio a prisión.
Caso 2
En 2010 un vagabundo encontró en su bote de limosna un anillo de compromiso, y rastreó a la persona que lo había dejado caer ahí por accidente para devolverlo. A cambio, durante la siguiente semana el mundo se organizó para conseguirle un lugar para vivir, le repararon su bicicleta y recibió más de 100 mil dólares como donativo.
Caso 3
El joven Bryan Zuniga manejaba su camioneta por el estado de Florida, él iba con varios tragos de más, la policía lo obligó a detener su vehículo, pero Bryan no tenía tiempo para ir a prisión, es por eso que decidió escapar, saltó de su carro y se perdió en los viscosos pantanos de Florida. Los pantanos de Florida están infestados de cocodrilos quienes lograron lo que la policía no: detener a Bryan. No lo mataron, sólo lo mordieron un poco.
Fuente: http://www.marthadebayle.com/v2/te_recomendamos/7-historias-de-karma-que-no-podras-creer/
“¿Existe una máxima que debería ser la base de las acciones que uno toma a lo largo de su vida? Seguramente es la máxima de la compasión: no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”
Confucio
El karma, la suerte y la actitud de victimas
En muchas ocasiones nos quedamos estancados preguntándonos: ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué a mí?, y solemos adjudicarle la responsabilidad al destino o a la suerte, tomando el pape de victimas.
Ante estas situaciones, lo que el concepto del karma indica es que debemos tomar estas oportunidades como momento de reflexión y de aprendizaje.
En lugar de preguntarnos ¿Por qué?, debemos preguntarnos ¿Para qué?, de esta forma podemos ver la situación como una oportunidad de aprendizaje y podemos entrenar y fortalecer nuestro sentido de responsabilidad. Esto es una actitud mucho más beneficiosa y constructiva, que nos permite identificar el lado positivo de las situaciones y aprender de ellas. De esta forma podemos aprender a tomar responsabilidad de nuestras acciones, y en caso de afrontar alguna situación adversa, enfrentarla asumiendo nuestra responsabilidad y corrigiendo los errores cometidos.
Por supuesto, como seres humanos tenemos libre albedrío al momento de actuar y pensar, lo importante ante esta libertad de acción, es que estemos conscientes de que debemos asumir las consecuencias correspondientes.
Cristina


Vidente, tarotista y astróloga
Parasicóloga con amplia experticia en clarividencia. Especialista en psicología educativa y periodismo de investigación. Redactora especializada en temas de esoterismo y de eventos paranormales.