Las enigmáticas esferas de Klerksdorp

Las esferas de Klerksdorp son unos antiguos y enigmáticos objetos rodeados de muchas preguntas que hasta el momento no han podido descifrarse.

Para empezar, se trata de unas bolas metálicas muy pequeñas, de entre dos y diez centímetros de diámetro. Estas fueron encontradas en 1960 por unos mineros en Klerksdorp, Sudáfrica, llegando a encontrar alrededor de doscientas esferas casi perfectas, pulidas y con finos surcos.

Los mineros que realizaron este hallazgo apenas podían creer lo que estaban viendo porque sabían que tenían muy poca explicación, ya que las bolitas solo podían haber sido creadas por seres inteligentes.

El problema es que resulta que los estratos en los que se encontraban trabajando eran del Precámbrico. De hace 2800 millones de años, cuando según la historia que conocemos en la actualidad, los seres humanos todavía no existían.

Este hecho lo hace el Oopart más antiguo. Hay que recordar que un Oopart es el acrónimo en inglés de “out of place artifact”. Es decir “objeto fuera de lugar”, un término que se le da a objetos que desafían la cronología histórica, y que se convierten en fuentes de innumerables misterios y teorías.

Misterios de las esferas Klerksdorp

Además de su redondez casi perfecta y los surcos que tienen en el exterior, llama la atención que su interior está hueco.

Sin embargo, algunas de las esferas Klerksdorp han sido seccionadas por los investigadores y han descubierto un material esponjoso que se desvanece rápidamente al entrar en contacto con el oxígeno del aire.

No se puede saber a ciencia cierta cómo se originaron ni con qué finalidad.

Tipos de esferas de Klerksdorp

Estas esferas se dividen en dos tipos de acuerdo con sus características. Las primeras son de un metal sólido de color azulado con motas blancas, y las segundas son huecas repletas de una sustancia esponjosa y blanca.

Roelf Marx, restaurador de uno de los museos donde están expuestas las esferas, dijo que en una oportunidad, una de ellas empezó a dar vueltas sobre sí misma, estando dentro de una de las vitrinas de cristal, sin que hubiera ninguna vibración externa.

"No se ha publicado nada científico sobre las esferas, pero los hechos sí: se encontraron en la pirofilita, que se extrae cerca de la pequeña ciudad de Ottosdal, en el Transvaal Occidental. Esta pirofilita es un mineral secundario bastante blando, con un valor de sólo tres en la escala de Mohs (escala de dureza), y se formó por sedimentación hace unos 2.800 millones de años. En cambio, las esferas que tienen una estructura fibrosa en su interior con una cáscara alrededor, son muy duras y no pueden ser rayadas, ni siquiera por el acero", explicó Roelf Marx en una oportunidad.

“También parece que las esferas están tan delicadamente equilibradas que, incluso con la tecnología moderna, tendrían que haber sido hechas en gravedad cero. Se cuenta que los científicos de la NASA no pudieron dar ninguna explicación", añadió Roelf Marx. Sin embargo, algunas de las fotografías no parecen apoyar esto.

Todas las esferas encontradas hasta ahora se conservan en varios museos de África, Europa y Norteamérica.

Estudios científicos sobre las esferas de Klerksdorp

La discusión sobre la naturaleza física y el origen de los objetos "esféricos" por parte de los científicos convencionales que describieron por primera vez la geología y las características físicas de los depósitos de pirofilita, continúa.

En los años 80, se dio a conocer a la opinión pública que los objetos de Ottosdal eran concreciones naturales y se señaló que los surcos de estos objetos suelen ser los que presentan las concreciones y reflejan la estratificación de los sedimentos en los que crecieron.

En un informe de Internet de 1996 sobre estos objetos, se especuló con la posibilidad de que los objetos fueran de origen metamórfico. En 1997 se observaron varios especímenes de las esferas de Klerksdorp y se observó que estos objetos ancestrales no son ni "perfectamente redondos" ni "singulares". En esa ocasión afirmaron que, para demostrar la verdadera naturaleza de estos objetos, es necesario examinar sistemáticamente tanto los objetos como la literatura que ha surgido en torno a ellos.

El tiempo dirá si se encontrará en el futuro algún otro objeto similar que ayude a descifrar la verdadera naturaleza de estos ooparts tan particulares, y más antiguos que nuestra existencia.