
Historia y origen del árbol de Navidad

El árbol de Navidad es un elemento decorativo indiscutible de la fiesta de Navidad. Suele emplearse para este propósito el abeto, una especie de conífera, que se decora con numerosos adornos como bolas de colores, estrellas, luces, guirnaldas, lazos, espumillones u otras decoraciones. Pero ¿cual es su origen?, sabemos que proviene de la adopción y transformación por parte del cristianismo de las costumbres paganas relacionadas con el culto a los árboles sagrados en Europa Central.
Desde tiempos inmemoriales, el árbol ha sido un símbolo de la fertilidad y de la regeneración. Era costumbre de los pueblos celtas del norte de Europa celebrar el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol era una representación de Yggdrasil, el árbol del Universo en cuya copa se hallaba Asgard (la casa de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces se encontraba Helheim (el reino de los muertos).
El cristianismo terminó por adoptar y transformar estas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas. Y así fue como con la evangelización de esos pueblos, los conversos también adoptaron el símbolo del árbol pero para celebrar algo totalmente distinto; el nacimiento de Cristo.
El cristianismo terminó por adoptar y transformar estas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas. Y así fue como con la evangelización de esos pueblos, los conversos también adoptaron el símbolo del árbol pero para celebrar algo totalmente distinto; el nacimiento de Cristo.

Divino Isadril o Árbol del Universo celta
Será San Bonifacio, el evangelizador de Alemania, quien asimile esta tradición pagana a la cultura cristiana. Reemplazó uno de los árboles que representaba al Dios Odín por un pino para honrar al Dios cristiano.
Cuenta la leyenda que en el siglo VIII después de Cristo, en la región de Hesse, en el centro de Alemania, se verenaba a Odín a través de un roble sagrado. Cada año, coincidiendo con el solsticio de invierno, se ofrecía un sacrificio a su dios a los pies de dicho árbol. El misionero Bonifacio, para erradicar esta práctica pagana de adoración a un dios nórdico, taló el roble ante el asombro de los lugareños y tras leer el Evangelio, les ofreció en su lugar un abeto, un árbol de paz que representa la vida eterna porque es un árbol perenne, con hojas durante todo el año, y símbolo de amor a Dios porque su copa apunta al cielo.
Cuenta la leyenda que en el siglo VIII después de Cristo, en la región de Hesse, en el centro de Alemania, se verenaba a Odín a través de un roble sagrado. Cada año, coincidiendo con el solsticio de invierno, se ofrecía un sacrificio a su dios a los pies de dicho árbol. El misionero Bonifacio, para erradicar esta práctica pagana de adoración a un dios nórdico, taló el roble ante el asombro de los lugareños y tras leer el Evangelio, les ofreció en su lugar un abeto, un árbol de paz que representa la vida eterna porque es un árbol perenne, con hojas durante todo el año, y símbolo de amor a Dios porque su copa apunta al cielo.

San Bonifacio cortando el roble de Odín
También se cuenta que a partir de entonces se empezaron a talar abetos durante la Navidad, como símbolo de la conmemoración del nacimiento de Cristo, que se colgaban en un principio de los techos de forma invertida por alguna razón que no se alcanza a comprender. Más adelante se adornaron con manzanas, símbolo del pecado original y con velas, en representación de la luz de Cristo.
Alemania, Finlandia e Inglaterra suelen disputarse haber empezado esta costumbre ya extendida por todo el mundo pero sin embargo son dos ciudades bálticas las que tienen el mérito de haber erigido el primer árbol de Navidad en una plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510. Estos primeros árboles de Navidad (abetos) se decoraban con rosas artificiales y después de festejar la Navidad a su alrededor mediante bailes y cánticos eran finalmente quemados.
Alemania, Finlandia e Inglaterra suelen disputarse haber empezado esta costumbre ya extendida por todo el mundo pero sin embargo son dos ciudades bálticas las que tienen el mérito de haber erigido el primer árbol de Navidad en una plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510. Estos primeros árboles de Navidad (abetos) se decoraban con rosas artificiales y después de festejar la Navidad a su alrededor mediante bailes y cánticos eran finalmente quemados.
El árbol de Navidad ha ido acumulando con el tiempo nuevos significados y tradiciones. Hoy en día es uno de los elementos navideños que mejor refleja la ilusión de cada hogar, pues es el lugar en el que se depositan los regalos y buenas intenciones que rodean estas fechas.
CrisR.
CrisR.


Vidente, tarotista y astróloga
Parasicóloga con amplia experticia en clarividencia. Especialista en psicología educativa y periodismo de investigación. Redactora especializada en temas de esoterismo y de eventos paranormales.
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