Ritual de Navidad de Prosperidad y Buena Suerte

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Publicado: 4/12/2015 por Cristina Romero

Categoría: Rituales

Se acerca la Navidad y con ella un nuevo Fin de Año. Se cierra un ciclo y comienza otro. Como es costumbre enviaremos mensajes de prosperidad a nuestros seres queridos, es algo que nos gratifica. Siguiendo con este sentimiento, el objetivo del ritual de Navidad de este artículo es propiciar la buena suerte y el éxito para el Año Nuevo. Nuestro mayor anhelo es mejorar en todos los sentidos sin arrastrar ninguna negatividad del año que dejamos atrás.

Preparación del Ritual

En primer lugar, necesitamos desprendernos de la mala energía que nos rodea y para ello purificaremos nuestro hogar. El incienso es muy efectivo para este fin. Recorreremos toda la casa sosteniendo unas varillas de incienso y las pasaremos por todos los rincones y en especial por puertas y ventanas. Se recomienda el incienso con aroma de limón, pino o sándalo, todos excelentes purificadores del ambiente. La música relajante nos puede ayudar también en este momento. El humo del incienso es excelente para eliminar las energías negativas estancadas en el ambiente. Después de esta primera purificación cogeremos una rama con hojas de laurel y barreremos toda la casa hacia la entrada principal. Con esto queremos expulsar definitivamente todo lo negativo. El laurel es símbolo de prestigio, triunfo y honor. Es una planta protectora y purificadora. Si se lleva como amuleto sirve para repeler el mal y las fuerzas negativas.
Por último cogeremos una fregona nueva por estrenar de algodón blanco. Hay que humedecerla con un aroma de girasol, miel o mandarina (o cualquiera de los que se han citado en los pasos anteriores y que no hayamos utilizado) y pasarla por el suelo de toda la casa.
Esta limpieza de purificación de la casa la podemos realizar dos días antes del ritual y para el mismo día nos limpiaremos nosotros mismos de energías negativas. Para ello nos frotaremos todo el cuerpo con sal gruesa después de la ducha y nos secaremos con toallas de algodón blanco.

Ritual de Navidad de Prosperidad y Buena Suerte

Componentes:
Un total de cuatro velas, color plata, dorada, blanca y roja.
Una peana o altarejo/mesilla con una manteleta o paño blanco para colocar las velas.
Aceite esencial de sándalo y aceite de oliva, para bendecirlas.
Un Lápiz y papel blanco.
El motivo por el cuál las velas deban ser del color indicado es porque tienen una simbología.
-La vela blanca significa saneamiento y depuración y con ella nos desprenderemos de lo malo para dar lugar a lo bueno.
-La vela plateada y dorada representa el cambio que supone pasar de plata a oro siendo éste más apreciado, ese cambio hace la entrada del próximo año más próspero y prometedor.
-La vela roja refuerza el intercambio de la vela plateada por la dorada.

Colocación:
La vela blanca la situamos en la parte superior del altar y centrada, la plateada en el lado izquierdo, la dorada en el lado derecho y la roja en la parte baja.

Ritual:
Tanto en familia o a solas sitúate junto al altar y escribe con lápiz negro en el papel tus objetivos, proyectos o deseos para el Año Nuevo.
Se abrirán simbólicamente ventanas y puertas, invitando a entrar al Espíritu de Navidad y a los ángeles a nuestro hogar, luego se leerá la oración de bienvenida del Espíritu de la Navidad.

Enciende con una cerilla de madera las velas en el sentido de las agujas del reloj, empezando por la plateada, luego la vela blanca, sigue con la dorada y termina con la roja. Puedes recitar en ese momento la oración de encendido de la llama.

Oración para el encendido de la llama:

“"Bendita llama, expresión de la esencia Luz Universal, ven ahora en representación de la Única Conciencia de Dios. (Se enciende la vela) Amada presencia de Dios, presente en todas partes y anclada en nuestros corazones, ante ti nos inclinamos hoy humilde y amorosamente y te reconocemos como la dueña y dadora de todo lo nuestro. En tu nombre y a tu servicio invocamos aquí y ahora la presencia del Espíritu de la Navidad para que intensifique todo su poder y radiación, y pueda así expandir sus bendiciones con mayor ímpetu por todo el planeta Tierra"

Después es importante visualizar con los ojos cerrados, si con eso te relajas y concentras más, todos tus deseos cumplidos. Piensa como te sentirías. Siente como la magia inunda el momento ayudada por el fuego y tu fuerza vital. Medita e invoca el Espíritu de Amor de La Navidad.
Luego describe en voz alta tus objetivos para el Año Nuevo. Puedes leer la lista de deseos que has escrito en el papel.

Seguidamente quema la hoja de deseos meditando con los Ángeles de la Navidad.

Oración a los Ángeles de la Navidad:

"Ángeles Integradores de la Abundancia, transmitan estas peticiones a mi Amado Maestro Natividad para que me sean conferidas sólo para el Bien, Amor y Perfección en mí y en toda la Humanidad".

Oración de Bienvenida de la Navidad:

"En nombre de mi Amada y Todopoderosa Presencia Yo Soy, doy la bienvenida al Espíritu de la Navidad, quien baja a este planeta con la misión de Dar; te saludo, te amo, te reconozco y te bendigo Maestro Natividad. Te doy las gracias por la maravillosa labor de Amor, Alegría y paz que realizas. Abro las puertas de mi corazón, de mi hogar a tu radiación y te reconozco como huésped privilegiado a quien deseo agasajar. Solicito, acepto, recibo y realizo la abundante provisión para la humanidad, para mi familia, para mis amigos y para mí. Invoco la Ley del Perdón y del Olvido y la Llama Violeta Transmutadora para que consuma, transmute, disuelva y libere con Amor todo lo inarmonioso en mi hogar y en todo el planeta Tierra, para que la Paz, el Amor, la Armonía, el Equilibrio, la Alegría y el Orden Divino, regalos del Amado Natividad llenen mi vida y la de toda la humanidad".

Guarda las cenizas en un sobre o dispérsalas al viento si te encuentras en el exterior.
Para este momento es apropiado la oración de gratitud y despedida de la llama.

Oración de despedida de La Llama:

"Gracias a la Presencia de Dios Universal, a sus Ángeles y muy especialmente al Espíritu de la Navidad, quienes nos han asistido este día. Bendita llama, expresión de la esencia luz de Dios, gracias por tu servicio obediente a la humanidad, regresa ahora al centro corazón de la creación para que seas atraída de nuevo a la acción a través de la invocación de la humanidad para expandir los bordes del reino del padre por todo el infinito. En la unidad de toda vida nos inclinamos y damos gracias por la oportunidad de haber participado en este servicio"

La llama se apaga.

Al terminar el ritual nos abrazaremos con cada invitado y si estamos solos pensaremos en nuestros seres queridos.

Poco a poco iras creando tu propia forma de celebrar el día del Espíritu de la Navidad, pero siempre conservando el requisito esencial: Pureza de intención y de corazón.

CrisR.

Cristina Romero
Vidente, tarotista y astróloga

Parasicóloga con amplia experticia en clarividencia. Especialista en psicología educativa y periodismo de investigación. Redactora especializada en temas de esoterismo y de eventos paranormales.