Registros akáshicos ¿Memorias del universo?

Las vidas pasadas o futuras es algo en lo la mayoría de nosotros ha pensado al menos una vez. De pronto, cuando nos encontramos en una mala situación, decimos o pensamos cosas como “¿qué habré hecho yo en otra vida para merecer esto?”, precisamente los registros akáshicos están relacionados con esto.

Los registros akáshicos son, según la tradición hindú, archivos de la memoria del alma, desde que sale de la divinidad hasta que vuelve. De acuerdo con esa cultura, todos los seres vivos tienen su registro, sus memorias; el de los humanos es individual; el de los animales, plantas y minerales es grupal; se dice que el planeta Tierra también tiene su propio registro. Por esta razón algunos dicen que los registros akáshicos son las memorias del universo.

¿Para qué sirven?

En general, el objetivo de acceder a los registros akáshicos es evolucionar como seres humanos en conjunto con nuestro planeta. Si queremos saber algo de nuestras vidas pasadas, debe ser siempre con la finalidad de ayudar a sanar una herida, de entender nuestros errores, de tratar de enmendar lo negativo y finalmente, seguir adelante.

Al acceder a tus memorias de vidas pasadas, recibes información que te hará consciente del momento presente de tu vida, siempre es positivo tener claridad sobre el aquí y el ahora. Además, los mensajes que se reciben en estas lecturas buscan dar luz sobre nuestro origen y las posibilidades que tenemos para vencer un obstáculo o superar las pruebas que se nos presenten. Podemos obtener clarificaciones sobre nuestra misión en la vida, almas gemelas o vidas pasadas.

En una lectura de este tipo podemos encontrar pautas que nos permitan desbloquear nuestros caminos o liberarnos de preocupaciones, mostrándonos que somos responsables de nuestras acciones pasadas, presentes y futuras.

La idea es alcanzar la sanación al recordar nuestras experiencias, traumas que parecían irracionales y bloqueos, pero también fortalezas, cualidades y aprendizajes.

¿Cómo acceder a ellos?              

Podemos imaginar a los registros akáshicos como una biblioteca gigante donde cada persona es dueña de su propio libro, pero ¿cómo podemos acceder a él?

Actualmente existen muchos tipos de terapias o consultas de sanación e iluminación en las que un terapeuta experimentado puede abrir las memorias akáshicas y responder las preguntas de la persona que se consulta.  

Hay tres formas en que se puede recibir la información: por imágenes, por sensaciones o por palabras. El terapeuta describirá lo que ve, aunque no tenga sentido para él mismo. El consultante generalmente encuentra claridad en estas informaciones, ya que son completamente personales.

Una advertencia que hacen los terapeutas expertos es que deben pasar al menos seis meses entre una apertura de registros akáshicos y otra, solo un caso de mucha urgencia pude justificar que se realice en menos tiempo. La razón es que la información de las memorias encarnación tras encarnación es inacabable y saber demasiadas cosas a la vez puede llegar a colapsarnos mental o espiritualmente. 

Testimonios

Algunos testimonios que podemos encontrar en Internet sobre lecturas exitosas de memorias akáshicas son:

“La información brindada fue para mí sanadora. Haber pasado por esta experiencia me permite sentir una paz interna y claridad que me empujan a seguir adelante en mi camino, con pasión y convicción.”

“La información obtenida fue para mí valiosa pues me ayudó a comprender algunos procesos que estoy viviendo. Ahora tener otro punto de vista de mis experiencias y tener más confianza para seguir adelante.”

“Fue para mí una posibilidad de clarificar, ordenar y especificar información conocida pero contaminada por mis propios juicios o creencias, fue de gran ayuda para el momento que atravieso, me dio tranquilidad y ánimo.”

Como hemos visto, los registros akáshicos sirven para la sanación de nuestra alma que ha acumulado problemas o traumas en vidas pasadas. En estas memorias del universo hay una posibilidad de liberarnos de esos conflictos y buscar el camino para tener una mejor vida.

Valen